La economía sumergida supone un lastre para la economía española. La actividad informal supone una merma de casi el 23% en la recaudación de impuestos, lo que equivale a cerca del 6% del PIB, según un estudio publicado recientemente por Funcas. Es decir, que el trabajo en negro resta casi 70.000 millones de euros a las arcas públicas y, por tanto, reduce la posibilidad de tener unos servicios públicos de más calidad.
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