El Fondo Monetario Internacional eleva la previsión de crecimiento de este año para España en cuatro décimas, hasta el 2,8%. La revisión coloca a la española entre las economías avanzadas más dinámicas del panorama mundial, después de unos meses de incertidumbre. Al FMI le preocupa más ahora el futuro de la deuda pública y el débil mercado de trabajo.